En las horas sombrías recuerdo
el amanecer de sus ojos,
Me empapo de la piel recién nacida,
de la ternura de la inocencia,
del amor incondicional
antes de las primeras gotas de lluvia,
preludio de las inevitables tormentas.
A veces necesito el recuerdo
de los días azules para entender
que detrás de todas las tempestades
se ocultan aquellas niñas curiosas
y todas las respuestas.
Eva G. Madueño
Tú…y yo. Se necesita. Precioso poema
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Gracias,Tin.
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